lunes, 7 de marzo de 2011


El Pie Diabético: Epidemiología, Factores de Riesgo y Atención

Andrew Boulton
El desarrollo de problemas del pie no es una consecuencia inevitable al tener diabetes. De hecho, la mayoría de las lesiones  del pie se pueden prevenir. Sin embargo, las estadísticas recientes resultan, de algún modo, deprimentes: aproximadamente la cuarta pa1e del total de personas con diabetes en el mundo desarrollará 1 en algún momento de su vida rozaduras o heridas (úlceras) en la piel de los pies. Además, con el aumento en todo el mundo de las personas con diabetes, sin duda alguna la carga por problemas del pie relacionados con la diabetes aumentará en años futuros, en especial si consideramos que, al menos, una de cada 10 personas, en el momento del diagnóstico de diabetes tipo 2 tiene factores, de riesgo de lesiones del pie. En este artículo, se resume la epidemiología de la enfermedad del pie diabético, define los factores de riesgo de lesiones del pie y describe la situación mundial actual de la sanidad. 
Epidemiología
El pie diabético es un importante problema médico, social y económico en todo el mundo. Sin embargo, la frecuencia registrada de ulceración y amputación varía considera-blemente. Esto podría deberse a las diferencias en el criterio de diagnóstico además de a los factores sociales y económicos de cada región. En la mayoría de los países desarrollados, la incidencia anual de ulceraciones del pie entre personas con diabetes está en torno al 2%. En estos países, la diabetes es la causa más común de amputación no traumática; aproximadamente el 1% de las personas con diabetes sufren la amputación de una extremidad inferior.
En los países en vías de desarrollo, las úlceras y las amputaciones del pie son, desgraciadamente, muy frecuentes.
A menudo, la pobreza, la falta de higiene y la costumbre de caminar descalzo interactúan para potenciar el impacto de las lesiones de pie diabético. En los países de bajos ingresos, la falta de acceso a una sanidad adecuada, junto con los factores económicos y geográficos, en muchos casos impiden que las personas con diabetes acudan a recibir tratamiento médico para sus lesiones del pie hasta que no están gravemente infectadas. En algunas islas del Caribe, por ejemplo, en donde la prevalencia de diabetes se acerca al 20%,las lesiones del pie y la gangrena se encuentran entre las afecciones más frecuentes de las que se ven en los quirófanos.
En los países en desarrollo, las amputaciones diabéticas son muy comunes.
En resumen, los problemas del pie siguen siendo muy frecuentes entre las personas con diabetes de todo el mundo. De hecho, debemos asumir que hasta la mitad de estas personas tienen factores de riesgo de desarrollar úlceras en los pies.
Factores de riesgo de ulceración.
En personas con diabetes, las úlceras del pie aparecen como consecuencia de una interacción de factores de riesgo: el pie diabético no se ulcera espontáneamente.
A fin de desarrollar iniciativas para prevenir las ulceraciones y, con ello, caras y dolorosas amputaciones, es importante comprender cómo y porqué suceden estas úlceras.
Las lesiones nerviosas de origen diabético (neuropatía) son frecuentes y afectan al 20%-50% de las personas con la afección. La neuropatía podría originar síntomas dolorosos en las piernas de una persona, que suelen empeorar durante la noche, o podría haber una total ausencia de dolor, porque el paciente podría haber perdido la sensibilidad en los pies. El peligro está en que las sensaciones de dolor y temperatura que suelen proteger nuestros pies de las lesiones se podrían reducir o perder. Por lo tanto, una persona podría tener lesiones en los pies sin que se dé cuenta de que existe un problema. Aunque la neuropatía por sí misma no causa la ulceración, permite que las lesiones pasen desapercibidas.
Cuando las personas con diabetes pierden la sensibilidad en los pies, suelen produ-cirse las siguientes lesiones:
  1. formación de rozaduras y úlceras, que podrían infectarse, tras llevar zapatos demasiado pequeños
  2. escoceduras y/o úlceras tras meter el pie en agua demasiado caliente
  3. úlceras no dolorosas causadas al tropezarse con un objeto afilado al caminar descalzo, sin que se aprecien síntomas que avisen de la necesidad de descansar y tratar la úlcera.
Problemas cutáneos
La neuropatía también produce sequedad de piel y hace que se genere un engrosamiento y endurecimiento de la misma (callosidades) en las zonas del pie que soportan más peso. Además, la forma de caminar suele alterarse; es frecuente la falta de equilibrio en personas con lesiones nerviosas diabéticas. Como resultado de estos factores, algunas zonas de la planta del pie se ven obligadas a soportar una mayor presión al caminar. Bajo estas áreas de alta presión podrían desarrollarse úlceras.
Lesiones vasculares
Las lesiones de los vasos sanguíneos que riegan las piernas y el pie (enfermedad vascular periférica) son también más frecuentes en personas con diabetes si las comparamos con quienes no tienen la afección y podrían aparecer con la neuropatía.
En resumen, las úlceras se desarrollan cuando se dan a un tiempo varios factores de riesgo en una misma persona; quienes corren un mayor riesgo son aquéllos que ya han tenido úlceras o quienes ya se han sometido a una cirugía del pie.
Los que han tenido úlceras o cirugía del píe corren mayor riesgo.
Obstáculos sanitarios
Uno de los principales obstáculos que impide mejorar la atención al pie diabético es el fracaso de los profesionales sanitarios a la hora de comprender el impacto que tiene sobre el comportamiento vivir sin sensación periférica. A lo largo de nuestra formación, en la facultad de medicina, enfermería o podología, nos enseñan a los futuros profesionales sanitarios cómo tratar a las personas que se "presentan con síntomas". Según el modelo tradicional de tratamiento, una persona acude a nosotros en busca de tratamiento para un síntoma físico; se anota la historia y se realiza un diagnóstico; se receta algún tipo de tratamiento y, con suerte, los síntomas desaparecen.
Sin embargo, no nos han preparado para tratar a las personas que han perdido lo que Paul Brand, un médico que trabaja con la lepra, denomina "El mayor regalo de dios a la Humanidad": el dolor. Tan sólo conseguiremos una reducción de los problemas de pie neuropático si recordamos que las personas con pies insensibles han perdido la señal de aviso que suele hacer que una persona acuda al médico.
Éste es un desafío que afronta la profesión médica: nos resulta difícil comprender, por ejemplo, que una persona sensible con diabetes se compre y utilice un par de zapatos que son tres tallas más pequeños y que venga a nuestra clínica con una extendida úlcera por culpa del calzado. La explicación, sin embargo, es simple: con la pérdida de sensibilidad, un zapato apretado estimula mediante presión las terminaciones nerviosas que quedan y, por lo tanto, piensa que le queda bien. Por lo tanto, la queja más común cuando le damos a un paciente un zapato especialmente diseñado es:"estos zapatos me quedan demasiado grandes". Es de vital importancia que nos demos cuenta de que, con la pérdida del dolor, se reduce la motivación para curarse y evitar las lesiones.
Con la pérdida de sensibilidad se reduce la motivación para curarse y prevenir lesiones.
Otro obstáculo que dificulta el tratamiento lo representa la incapacidad de muchas personas con diabetes que sufren neuropatía de comprender la naturaleza de esta afección. Las personas que tienen los pies calientes pero que han perdido completamente la sensibilidad podrían reafirmarse: los pies calientes deben significar buena circulación, lo cual significa pies sanos. 
Llamada a la acción
Me vienen a la mente las palabras del inspirado médico, el doctor Paul Brand. Durante una conferencia a la que asistió en el Departamento de Salud de los EEUU, le preguntaron a Brand que realizase una recomendación para reducir las amputaciones entre personas con diabetes. La mayoría de los que acudieron, que esperaban una respuesta en la que se promoviese la cirugía vascular o medicación moderna, se sorprendieron al oír que la recomendación fundamental era una campaña nacional para animar a los profesionales de la Salud a "quitarles los zapatos y los calcetines al paciente y examinarle los pies". No existe duda en mi mente de que, si este consejo se aplicase en todo el mundo, tendría un enorme impacto sobre la reducción de la discapacidad y la muerte resultantes de la enfermedad de pie diabético.
Mi llamada a la acción va dirigida a mis colegas, para que les quiten los zapatos y los calcetines a sus pacientes: cada vez que vea a una persona con diabetes, revísele los pies. Después, quienes identifiquen como portadores de factores de riesgo deberían recibir una educación simple sobre cómo cuidar y conservar sus pies.

Bibliografía

  1. 1- Pedrosa HC. Leme LAP, Novaes C, et al. The cliabetic foot in South America: Progress with the Brazilian Save the Diabetic Foot project. Int Diabetes Monitor 2004; 16: 17-24.
  2. 2- Brand P, Yancey P. Pain: The Gift Nobody Wants. HarperCollins. Zondervan, 1993.
  3. 3- Boulton AJM. The cliabetic foot - from art to science. Diabetologia 2004; 47: 1343-53.

ACTUALIZACIÓN EN MANEJO DE PIE DIABETICO.enlace

http://www.slideshare.net/mirvido/actualizacion-en-el-manejodel-pie-diabetico

noticias PIE DIABETICO. enlace

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=267382&Itemid=1

PIE DIABETICO.enlace

http://www.slideshare.net/Leopotchi/pie-diabtico

ETIOPATOGENIA PIE DIABETICO. enlace

http://www.slideshare.net/polomatos/captulo-iii-etiopatogenia-del-pie-diabetico

FISIOPATOLOGIA PIE DIABETICO. enlace

http://www.slideshare.net/jairgarcia/clase-fisiopatologia-del-pie-diabetico
http://www.slideshare.net/emprendeperu/podologia-formulacion

ONICOMICOSIS



Tratamiento de la Onicomicosis, una Infección Frecuente en Personas de Edad Avanzada


TITULO ORIGINAL: Onychomycosis in the Elderly: Drug Treatment Options CITA: Drugs & Aging 24(4):293-302, 2007

MICRO: La onicomicosis es una infección muy común en personas de edad avanzada. Aunque por lo general es asintomática, debe ser tratada para evitar complicaciones. La terbinafina es la droga de elección en los sujetos con onicomicosis por dermatofitos.

Epidemiología y prevalencia La onicomicosis (OM) es la enfermedad más frecuente de las uñas. Su frecuencia aumenta con la edad y se estima que aproximadamente el 20% de los sujetos de más de 60 años presenta OM. El 90% de las infecciones es atribuible a dermatofitos (Trichophyton rubrum; T. mentagrophytes), el 8% obedece a otros hongos (Aspergillus y Fusarium) y el 2% estaría ocasionado por Candida. La OM de las uñas de los pies casi siempre es ocasionada por dermatofitos, mientras que la de las uñas de las manos más frecuentemente es ocasionada por levaduras.

Tipos clínicos de OM

Existen 4 tipos de OM: subungueal distal y lateral -la forma clínica más común, subungueal proximal-, blanca superficial y candidiasis. Estas características clínicas son útiles para orientar el diagnóstico etiológico, para estimar el estado inmunitario del huésped y para indicar el mejor tratamiento. La OM distal y lateral es, sin duda, la forma clínica más común; por lo general, el agente etiológico es T. rubrum. Las uñas tienen un color amarillento y hay hiperqueratosis subungueal y onicólisis. La OM blanca superficial suele ser ocasionada por T. mentagrophytes. La OM subungueal proximal por lo general se observa en pacientes con sida o con otros estados de inmunosupresión, aunque también puede detectarse en inmunocompetentes. Candida albicans es el hongo más común en la OM de las manos, especialmente en uñas dañadas de antemano. Puede asociarse con candidiasis mucocutánea crónica o con paroniquia crónica. Las características clínicas de la OM por Candida no suelen ser tan típicas.

Métodos diagnostico.

La presencia de uñas distróficas no es un hallazgo suficientemente sensible ni específico, de manera tal que los estudios de laboratorio son esenciales para confirmar el diagnóstico. El examen histológico de la muestra obtenida de la uña suele efectuarse con ácido peryódico de Schiff; este procedimiento se asocia con una sensibilidad del 98.8%. El examen con hidróxido de potasio tiene una sensibilidad algo inferior. El cultivo es el procedimiento menos sensible.

indicaciones de tratamiento

La OM suele ser asintomática y muchas veces pasa inadvertida. No es una enfermedad grave y no suele interferir con las actividades cotidianas. Aunque no todos los pacientes deben ser tratados, las uñas infectadas constituyen un reservorio de hongos con la posibilidad de diseminación del agente patógeno y con aparición de otras lesiones micóticas. Además, las uñas enfermas pueden causar dolor o molestias en la movilidad y, en los pacientes con diabetes, con antecedente de celulitis y con insuficiencia venosa crónica periférica, la OM puede ser la puerta de entrada de una infección bacteriana secundaria.

Factores predictivos de escasa respuesta al tratamiento y de recurrencia

Es importante detectar de antemano la presencia de factores asociados con fracaso terapéutico o recidiva; asimismo, las características del paciente y de la infección deben ser tenidas en cuenta en el momento de elegir la terapia sistémica o tópica. En la OM lateral, el engrosamiento de la uña y la distrofia son algunos de los factores que predicen escasa respuesta al tratamiento en sujetos de todas las edades. En pacientes de edad avanzada, la enfermedad vascular periférica, la diabetes, la inmunosupresión o el traumatismo también son factores que complican la terapia eficaz.

Medicaciones disponibles

Se dispone de fármacos para uso por vía oral (terbinafina, itraconazol y fluconazol) y tópico (útiles cuando el compromiso de la uña se limita a los dos tercios distales). En general, los fármacos sistémicos se asocian con índices de curación micológica superiores al 50%; además, algunos tienen la ventaja de que se pueden utilizar en pulsos, por ejemplo durante una semana, varios meses seguidos. Las lacas para aplicación tópica están indicadas cuando no hay compromiso de la matriz de la uña. El ciclopirox al 8% se prescribe en la OM por dermatofitos; se asocia con un índice de curación de aproximadamente el 34%. El fármaco debe aplicarse diariamente durante 48 semanas y la uña debe ser removida mensualmente. La amorolfina al 5% está indicada en la OM causada por dermatofitos, levaduras y hongos; se asocia con un índice de curación micológica del 60% a 76%. Este fármaco debe aplicarse 1 o 2 veces por semana durante 6 meses en la OM de las manos y durante 1 año en la de las uñas de los pies.

Parámetros de evolución (curación micológica, clínica y total)

La curación micológica es la negativización del examen microscópico y del cultivo a pesar de que las uñas persistan con alteraciones morfológicas. Los estudios incluyeron distintos parámetros para evaluar la mejoría, de manera tal que es muy difícil comparar un trabajo con otro y determinar la eficacia de los agentes disponibles. La curación clínica es la desaparición de las lesiones morfológicas, mientras que la curación total se define en presencia de una "uña libre de enfermedad". En esta revisión el autor eligió como parámetro evolutivo la curación micológica.

Estudios de tratamiento de OM en sujetos de edad avanzada

Un estudio abierto, aleatorizado y a simple ciego comparó la eficacia del itraconazol y de la terbinafina en 101 pacientes de 60 años o más. La mitad recibió terbinafina en dosis de 250 mg por día durante 12 semanas (continuas), mientras que la otra mitad fue tratada con itraconazol, 200 mg 2 veces por día, 1 semana por mes (3 pulsos). Al sexo mes, el 26% de los pacientes tratados con terbinafina y el 45% de los que recibieron itraconazol debieron recibir ciclos adicionales de terapia. A los 18 meses, los índices de curación micológica fueron del 64% y 62.7%, respectivamente, mientras que la eficacia clínica resultó del 62% y 60.8%, en igual orden. Cinco pacientes tratados con terbinafina refirieron efectos adversos gastrointestinales y cutáneos, mientras que 7 de los que fueron tratados con itraconazol presentaron manifestaciones digestivas, cutáneas, sedación y elevación de las enzimas hepáticas. Todos los efectos adversos fueron leves y reversibles. Sin embargo, en opinión del autor, 18 meses no es un tiempo suficiente para establecer la eficacia del tratamiento a largo plazo ni la posibilidad de recurrencia. En un subanálisis de pacientes de 65 años o más se evaluó la utilidad de la remoción de la uña en combinación con el tratamiento farmacológico. En el estudio, el objetivo principal de análisis fue determinar la eficacia y la seguridad de la terbinafina en sujetos ancianos. El 64% de los pacientes sometidos sólo a farmacoterapia tuvo curación micológica, el 41.3% presentó curación clínica y el 28% logró la curación completa hacia la semana 48 de tratamiento. En el grupo sometido a remoción y tratamiento médico, los porcentajes fueron 63.4%, 53.7% y 39%, respectivamente. Los efectos adversos más comunes asociados con el uso de terbinafina fueron las náuseas, la sinusitis, las artralgias y la hipercolesterolemia. No se detectaron interacciones farmacológicas a pesar de que el 64% de los pacientes recibía simultáneamente antihipertensivos, el 25% tomaba hipoglucemiantes y el 47% estaba tratado con hipolipemiantes.

Papel de la terapia combinada

La utilización de terbinafina o itraconazol en combinación con laca de amorolfina al 5% o ciclopirox al 8% puede elevar el índice de curación micológica o clínica. Asimismo, la terapia combinada puede ser especialmente útil en pacientes con determinados factores de riesgo, que respondieron mal al tratamiento o que presentaron recurrencias. Sin embargo, no se dispone de información a largo plazo en relación con esta modalidad de tratamiento. Perfil de seguridad y evaluación Ocasionalmente, la terbinafina y el itraconazol pueden causar hepatotoxicidad, de modo tal que no están indicados en pacientes con enfermedad hepática activa o crónica. En opinión del autor, en sujetos sin estos antecedentes no está indicada la determinación de enzimas hepáticas antes de comenzar el tratamiento. El itraconazol es un fuerte inhibidor del sistema enzimático citocromo P450 (CYP) 3A4; por lo tanto, puede asociarse con elevación de la concentración plasmática de drogas que habitualmente se utilizan en personas de edad avanzada, entre ellas, antiarrítmicos, benzodiazepinas, antagonistas de los canales de calcio, estatinas e hipoglucemiantes. El itraconazol está contraindicado en pacientes tratados con midazolam, triazolam, lovastatina y simvastatina porque el riesgo de eventos cardiovasculares graves aumenta considerablemente. Por el contrario, la terbinafina es un inhibidor del CYP2D6 y por ello se asocia con un riesgo sustancialmente más bajo de interacciones farmacológicas.

Conclusión

Los pacientes de edad avanzada tienen factores de riesgo particulares que los predisponen a una mala respuesta al tratamiento de la OM. Sin embargo, es importante tratar la enfermedad en sujetos ancianos y diabéticos para evitar infecciones bacterianas secundarias. La terbinafina es la droga de elección para la OM por dermatofitos, ya que se asocia con los índices más altos de curación, con el riesgo más bajo de interacciones farmacológicas y con menor costo. En las OM por Candida o por otros agentes no hay indicios de que una terapia sea superior a otra. Las lacas para uso local no son convenientes en pacientes de edad avanzada por la incomodidad del tratamiento; sin embargo, pueden ser útiles en sujetos con OM blanca superficial, concluye el autor.
MORFOLOGÍA DE LAS UÑAS


La uña, es una lámina plana y convexa que recubre y da protección a la pulpa de los dedos. Esta lamina formada por varias capas de queratina, reposa sobre el lecho epidérmico y tiene 4 bordes: 2 bordes laterales que se insertan en los surcos laterales donde se encuentran los repliegues epidérmicos. -El borde distal que acaba en el borde libre de la uña y la línea amarilla formada por la sustancia cornea plantar que marca el principio del borde libre. y En el borde proximal, debajo del repliegue de la epidermis encontramos la matriz proliferante zona de origen y producción de la uña. Esta zona es fácilmente diferenciable por su color rosa más blanquecino debido a su mayor grosor y lleva el nombre de lúnula. El repliegue cutáneo denominado ungueal posee dos caras: una dorsal y otra ventral. Las capas corneas de ambas caras forman una expansión llamada cutícula y tiene como función proteger la uña. Las uñas son una subespecialización de la piel, en concreto de la epidermis, de hecho comparte con ella su principal componente: la queratina, la principal diferencia entre la epidermis y la uña es el porcentaje de agua, la primera contiene un 85% y la uña tan solo un 12%.


A. Matriz proliferan
B. Surco ungueal l
C. Cara dorsal
D. Cara ventral
E. Eponiquio
F. Cutícula
G. Lámina ungueal
H. Hiponiquio
I. Lecho ungueal



1.Borde de la uña
2.Línea amarilla
3.Borde lateral
4.Lámina ungueal
5.Lúnula
6.Cutícula
7.Eponiquio
8.Repliegue dorso ungueal


La Uña una estructura de protección


En contra de lo que muchas personas suponen las uñas posen muy poco calcio, su dureza viene dada por su estructura histológica y composición química. La constituyen 3 capas:

La capa superficial formada por la desvitalización de células que provienen de la matriz proliferante. Estas células pierden su núcleo y acumulan material proteico fibroso como queratinas que forman la trama fibrosa y otros materiales ínterfibrosos amorfos.

La capa intermedia es la más gruesa, y tiene el mismo origen que la capa superficial pero con células vivas muy unidas entre ellas y una densidad menor de fibras queratinizadas.

La capa profunda finalmente, son solo dos capas de células que provienen del lecho epidérmico.
Crecimiento



El crecimiento de la uña es longitudinal, es decir que las células nacen de la matriz proliferativa y desaparecen cuando nos cortamos las uñas. La uñas de los dedos de la mano crecen aproximadamente a 0,1mm al día. Este crecimiento correspondería a la edad adulta ya que en la infancia es algo mayor 0,15mm al día, y en la tercera edad diminuye un poco 0,06mm al día. Las uñas de los dedos de los pies crecen entre un tercio y un cuarto mas lentamente. Con lo que recuperar una uña de los dedos tarda entre cinco y seis meses y una de los pies entre 15 y 18 meses. Durante la infancia las uñas son flexibles, transparentes, de superficie lisa y convexa. En los adultos, la uña es mas dura y resistente apreciándose siempre la presencia de lúnula. En la senectud, la uña pierde brillo, se vuelve opaca, grisácea, frágil, y la lúnula tiende a desaparecer. Una uña sana tiene una forma ovalada es lisa y con un color parcialmente rosado. Este color rosado es debido a la gran vascularización que existe en el lecho epidérmico y a las características transparentes de la uña. La uña pues, tanto por su color como por sus distintas formas constituye un espejo de nuestro estado de salud.



ONICOLOGIA




Definición: Se manifiesta por la tendencia a quebrarse, romperse o fracturarse. Los procesos traumáticos o la utilización de productos químicos como detergentes alcalinos, disolventes, manicuras agresivas, uñas postizas, malos cosméticos, esmaltes y endurecedores excesivamente cargados de formol o quitaesmaltes mal formulados y abrasivos entre otros, son las principales causas.
Hay que recordar que la alimentación inadecuada unida al propio ritmo de vida puede revelar un estado anémico por falta de vitaminas y minerales, estas carencias nutricionales se reflejen sobre el estado de las uñas, estas se vuelven débiles, quebradizas, se ablandecen, aparecen Estriaciones,surcos, grietas y manchas, se rompen y se parten con facilidad.

Las etiológicas de las uñas frágiles son numerosas, existen uñas con enfermedades genéticas y pueden comportar hasta ausencia de uñas Anoniquia o son anormalmente espesas o tienen una textura friable con aglomeración de keratina blanda. Las uñas frágiles son más expuestas a contratar infecciones microbianas o hongos. Muchos estados patológicos o intoxicaciones pueden modificar el aspecto, la textura, la coloración Cromoniquia o el crecimiento de la uña. El angustiado de carácter nervioso descarga su desequilibrio físico sobre la uña. El arrancamiento, los mordimientos de la cutícula peri-unguéale,Onicofagia el rascamiento obstinado de la placa unguéale a veces de forma inconsciente pero repetidos dejan las uñas muy lesionadas. Los profesionales que manipulen productos azucarados, esencias y hidrocarburos, therabentina, formol, pastas detersivas para limpiar las manos al final del trabajo, cremas en base de silicona para proteger las manos, etc. etc.. La acumulación de todas estas causas y más producen fragilidad y alteraciones variadas de las uñas.

PODOLOGIA DEPORTIVA. BIOMECANICA

http://www.muscularmente.com/tecnologia/calzadodeportivo.html
Autor: Pdga. María Justina Viedma
Universidad de Buenos Aires.
Escuela de Podología. Facultad de Medicina.

Rol del podólogo en la educación del diabético


El hecho de padecer una enfermedad permanente como la diabetes, donde hasta ahora
no ha sido descubierta la cura definitiva, provoca en el individuo un impacto emocional
que lo somete a un nuevo enfoque de su vida diaria a la que se debe ajustar con una
disciplina que no siempre es fácil de aceptar, por lo que es importante que los
profesionales (médicos, nutricionistas, psicólogos, podólogos, etc) intervengan
inmediatamente en forma interdisciplinaria convenciendo al paciente que el tratamiento
en forma continua (medicación, dieta, autocontrol, ejercicios, etc) le permitirá vivir
dignamente y con la mayor normalidad manteniendo sus rutinas.
Por ello los podólogos, como profesionales dedicados específicamente al cuidado de los
pies, juegan un papel preponderante en la atención y en la ayuda de la educación del
paciente diabético influyendo en ellos para la prevención del pie diabético y así evitar los
efectos devastadores de una diabetes mal encarada y mal controlada.
Participación del diabético en su enfermedad
A diferencia de otras enfermedades en las que luego de un tratamiento el  paciente
recupera la salud, sabemos hasta el momento  que en la  diabetes no es posible, por lo
que es necesario que acepte que tiene una enfermedad crónica. La mayoría de ellos
siente un quiebre de su integridad física, psíquica y social; por lo que tiende a negar esa
realidad aún a costa de agravar su estado, o, la acepta a medias haciendo un
tratamiento incompleto, irregular y con grandes transgresiones con tendencia a mentir y
a minimizar su dolencia teniendo como resultado consecuencias negativas. Por todo esto
es importante una cabal comprensión y aceptación del problema aprendiendo a darle
una dedicación conciente dedicada a corregir los efectos de la enfermedad, por lo que es
fundamental, además de los profesionales, la intervención de la familia brindando sostén,
diálogo, contención y apoyo emocional necesarios para alentar el cumplimiento de las
rutinas sanitarias sin caer en el error de invalidarlo, sobreprotegerlo ni ser cómplices de
sus incumplimientos.
Cuanto más sepan el diabético y su familia, todo lo respecto a esta dolencia y no se
desentiendan de ella, más fácil será obtener resultados exitosos; por eso es
imprescindible la educación diabetológica  que se brindan en Hospitales y centros
especializados donde puede asistir todo el entorno del diabético. Debe quedarles muy en
claro que un correcto y cuidadoso tratamiento tiene como fin permitir una vida plena
evitando complicaciones inmediatas y a largo a plazo que pueden ser nefastas.
Incumbencias del podólogo
Para los podólogos es importante tener en cuenta que si el paciente diabético padece ya
alguna de las complicaciones propias de la diabetes  (retinopatía, nefropatía, neuropatía
o vasculopatía) es muy probable que ya padezca o comience padecer del pie diabético,2
que se da frecuentemente en adultos que han sobrellevado la enfermedad durante
largos años sobre todo si no ha continuado un tratamiento correcto.
Aquel que ya lo padece no consulta al profesional hasta que el síntoma sea evidente, le
provoque una desorganización y lo imposibilite en sus tareas habituales, por eso éste
debe ser activo en la prevención y saber que medidas tomar ante la aparición de las
mismas.
Hay factores que sumados a la diabetes aceleran su aparición como la obesidad, la vida
sedentaria, la hipertensión arterial, tabaquismo, dislipemias, falta de higiene o
inapropiada, el uso de calzado inadecuado se debe tener en cuenta.
Los podólogos desde nuestro lugar, debemos  realizar una atenta anamnesis prestando
especial atención a signos y síntomas que manifieste el paciente como cambios de
coloración en la piel, sensación de hormigueo, adormecimiento, ausencia de vello, atrofia
muscular, frialdad o calor excesivo, enrojecimiento o palidez cutánea de los miembros
inferiores ayudando al diabético a tomar conciencia  sobre los cuidados del pie antes de
que sea muy tarde, dándole ciertas pautas para la prevención:
 Inspeccionar diariamente los pies en busca de lesiones como ampollas, fisuras,
áreas inflamadas, signos de roce o presión del  calzado, cortes, magulladuras,
heridas cutáneas abiertas (sobre todo interdigitales).
 Para dicha inspección, en caso de haber imposibilidad de realizarlo, requerir la
ayuda de algún familiar. En ciertos casos es muy útil la utilización de un espejo
para observar la planta de los pies.
 En caso de encontrar, en dicha inspección, alguna lesión se debe llevar un control
de las mismas y realizar una visita urgente al profesional especializado.
 No caminar descalzos.
 Lavar los pies diariamente con agua tibia y jabón no irritante. Cepillando las uñas
con un cepillo blando.
 El jabón a utilizar en el lavado de pies dependerá del tipo de piel: -jabón neutro
para una piel macerada, y, jabón de glicerina, lanolina o con vit. E para una piel
seca.
 Secar cuidadosamente especialmente entre los dedos. Se puede utilizar papel
absorbente.
 Aplicar cremas hidratantes, vaselina sólida o aquellas a base de lanolina para
evitar la sequedad y las consecuentes descamaciones y grietas.
 Prestar mucha atención a las infecciones micóticas interdigitales.
 Evitar las temperaturas extremas (calor y frío) ya que ambos extremos pueden
provocar quemaduras. Por ej. controlando al agua del baño  con el dorso de la
mano antes de introducirse en ella o en el caso de tener que aplicar hielo sobre la
piel es conveniente hacerlo con un paño para evitar el contacto directo.
 No cruzar las piernas en posición sentada; en esta posición el N. Peróneo es
propenso a sufrir los efectos de la presión contra la cabeza del peroné.
 No utilizar agentes químicos para eliminar helomas ni papilomas ya que pueden
ser corrosivos provocando quemaduras. En estos casos se debe acudir al
profesional especializado, el podólogo.
 No utilizar mantas eléctricas, ni bolsas de agua caliente ya que pueden provocar
quemaduras.
 Evitar al uso de telas adhesivas directamente sobre la piel.
 Cortar las uñas en forma recta. No efectuar cortes incurvados hacia los surcos
ungueales. No escarbar en los ángulos ni a lo largo de los surcos. No utilizar
tijeras, navajas, ni hojas de afeitar.3
 Acudir periódicamente al podólogo para la terapéutica preventiva es la indicación
más acertada.
 Utilizar en zonas de hiperapoyo para aliviar la presión almohadillas indicadas por
un profesional además de aliviar el dolor o las molestias se evita la abertura de
helomas ya que es una de las causas de la formación de úlceras.
 Usar medias bien calzadas evitando que queden pliegues.
 No usar medias remendadas. Evitar las que tienen costuras, en caso de poseerlas
usarlas al revés.
 No usar medias con elástico apretado  ya que impide la buena circulación
sanguínea tanto arterial como venosa de los miembros inferiores.
 Usar medias de algodón o de lana  fina  para que absorba la transpiración
prefiriendo las de color blanco, pudiendo de éste modo observar si existe alguna
mancha provocada por lesiones que hayan pasado desapercibidas.
 Considerar las anormalidades de la posición de los dedos (infraductos o
supraductos, garras, hallux extensus,  hallux valgus, etc) generalmente agravado
por el uso de calzado inadecuado, en estos casos se usará uno de capellada alta
con una delgada capa de algodón o goma espuma provisoriamente hasta que
pueda hacer la visita al profesional que le indicará  las ortesis adecuada.
 El calzado debe ser en lo posible de cuero blando y flexible con puntera en donde
los dedos del pie puedan ser movidos con comodidad, sin oprimir en sus laterales
provocando  roces  y helomas, ni deben ser muy amplios pues provocarían
ampollas.
 Inspeccionar diariamente el interior del calzado en busca de grietas, arrugas,
pliegues o costuras que puedan dañar el pie.
 Antes de calzarse dar vuelta el calzado para asegurarse que no haya caído
ningún objeto extraño en su interior.
 No usar zapatos nuevos por más de una hora por día durante los primeros días,
inspeccionando los pies en busca de zonas enrojecidas. Incrementar diariamente
el tiempo de uso hasta que el calzado se adapte a sus pies.
 No olvidar que el calzado debe adaptarse a sus pies y no sus pies al calzado.
 Realizar caminatas en forma diaria, siempre que no esté contraindicado por el
médico, es un buen ejercicio muscular y ayuda a una buena circulación sanguínea
con beneficio en el retorno venoso.
Cualquier problema que se presente en los pies de un diabético resultará más serio que
en el no diabético dándose con más frecuencia en aquellos adultos que han sobrellevado
su enfermedad durante años, sobre todo si no han llevado un tratamiento correcto,
siendo la causa más frecuente de amputaciones no traumáticas, provocando
incapacidades parciales permanentes de miembros inferiores causando un gran trauma
psicológico y posible causa de muerte por complicaciones que se producen por no llevar
un control adecuado de su afección.
Debe haber una relación  Profesional-Paciente que sea dinámica, que vaya tras
resultados beneficiosos para el paciente en forma individual, ya que una misma
enfermedad, evoluciona de diferente manera según las variables que presente cada uno
en particular que deberá ser analizado en detalle por el profesional.
“Los pacientes deben ser parte activa del equipo imprescindible que se necesita para
hacer los tratamientos y la atención sanitaria”1.
Es por eso, que como podólogos, desde nuestra incumbencia, y en un ámbito
interdisciplinario debemos brindar al paciente diabético las herramientas que le faciliten
controlar su enfermedad, disminuir sus dolencias y modificar su conducta para que 4
pueda llevar una vida plena con las mismas oportunidades que se le ofrecen a cualquier
ser humano.
“La educación diabetológica es un derecho y una necesidad de los pacientes”2
Bibliografía:
Vivir como diabético. Autor: Dr. Isaías Schor  – Dr. Saúl Senderey. Editorial:
Editorial Celsius. 1983.
Manual del pie diabético. Autor: Ramón Martínez López. Editorial Tecnológica de
Costa Rica. 1º edición. 2006.
1, 2. Apuntes de Psicología Gral. Y Aplicada. Escuela de Podología. Facultad de
Medicina. Universidad de Buenos Aires. 2007.

ULCERAS

I.                   DIAGNÓSTICO:

Todo paciente portador de Diabetes Mellitus (DM) deberá ser estudiado en un POLICLINICO DE PIE DIABETICO para su clasificación de acuerdo a la escala de Wagner y fisiopatológica..

A) CLASIFICACIÓN DE WAGNER

La gradación de las lesiones se hace mediante la escala de Wagner, que valora la gravedad de la lesión en función de la profundidad de la úlcera, del grado de infección y de gangrena.

Grado 0: pie normal, pero con un grado variable de neuropatía y deformidades óseas «pie de riesgo».
Característica : Callos gruesos, cabezas metatarsianas prominentes, dedos en garra, deformidades óseas.

 Grado 1: úlcera superficial que no afecta aún el tejido celular subcutáneo. Celulitis superficial.
Característica : Destrucción del espesor total de la piel.

 Grado 2: úlcera profunda no complicada, afecta a tendón, grasa, cápsula, pero con ausencia de osteomielitis.
 Características: Penetra en la piel, grasa, ligamentos pero sin afectar hueso, infectada.

Grado 3: úlcera profunda, complicada, con manifestaciones infecciosas: osteomielitis, absceso, con secreción y mal olor.
 Característica: Extensa, profunda, secreción y mal olor.

Grado 4: Gangrena necrotizante limitada a una parte del pie (digital, antepie, talón).
Característica: Necrosis de parte del pie

Grado 5: Gangrena extensa, todo el pie esta afectado y hay  efectos sistémicos.
Característica: Todo el pie afectado, efectos sistémicos. Pie diabético séptico, se considera una emergencia médico quirúrgica.



B) CLASIFICACIÓN FISIOPATOLÓGICA DEL PIE DIABETICO:

1.- NEUROPATICO:
                 - Pulsos presentes y normales
                 - Indoloro
                 - Caliente
                 - Ubicación plantar de la lesión
                 - Presencia de callos
                 - Pérdida de la propiocepción
                 - Deformidades óseas (pie de Charcot)
                 - Mal perforante plantar

2.- ISQUEMICO:
     - Pulsos ausentes o disminuidos
                 - Pie doloroso
                 - Pies fríos
                 - Ubicación en ortejos o márgenes
                 - Alteraciones sensitivas variables
                 - Disminución del flujo arterial total
                 - Necrosis de ortejos y/o úlceras isquémicas

3.- MIXTO O NEUROISQUÉMICO:
- Se comporta como un pie neuropático hasta el inicio de la lesión, luego tiene clínica de isquémico.



C) ESTUDIOS A REALIZAR EN LOS DIFERENTES GRUPOS:

1.- ATENCIÓN PRIMARIA:
- Evaluación :   - Antecedentes de HTA, Dislipidemia, IAM, Tabaco
- Claudicación intermitente, valorar se es o no invalidante, si existe                                                                           dolor en reposo o dolor nocturno.
- Evaluación de los pulsos arteriales a todos los niveles, temperatura de las extremidades, llene capilar, soplos femorales
- Exploración neurológica: sensitiva, vibratoria (diapazón), presión fina (filamento de 10 g.) y ROT
- Rx, en casos necesarios de pies
-Derivación a Fisiatría, para estudio con podograma y posible confección de plantillas termomoldeables
- Evaluación y educación por podólogo en cuanto a cuidados del pie
- Derivación a atención terciaria si existen sospechas de insuficiencia                                 arterial o cualquier paciente con pie diabético grado II o más de Wagner.

2.- ATENCIÓN TERCIARIA:

-         Evaluación y estudio:
-         Presiones segmentarias con Doppler
-         Estudio con Doppler y cálculo de índices tobillo/brazo (ITB)(1,1 normal, ITB< 0,9 insuficiencia arterial periférica de algún grado, ITB< 0,65 necesidad de evaluación por cirujano vascular, ITB< 0,50 es necesario plantear estudio angiográfico y resvascularización,)
-         Pletismografía y estudio de presión de ortejo con fotopletismógrafo. En nuestro medio no se realizan por no contar con equipamiento para ello.
-         Oximetría
-         Estudio óseo con Rx, TAC con sensibilidad > 90%, gammagrafía
-         Angiografía: cuando existe claudicación invalidante, dolor nocturno o en reposo, úlceras que no sanan e ITB Doppler bajo 0,5



V.-. TRATAMIENTO:

  a) MEDIDAS GENERALES PARA PACIENTES CON PIE DIABETICO:

            - EDUCACIÓN DEL PACIENTE
            - Manejo oportuno y agresivo
            - Enfrentamiento multidisciplinario
            - Suspender el tabaco
            - Controlar la HTA
            - controlar las dislipemias
            - Identificar al paciente y pie en riesgo
            - Tratar las complicaciones metabólicas
            - Estimular el autocontrol
- Atención podológica adecuada y periódica

  b) MANEJO DEL PIE NEUROPATICO:

-         El 90% debería ser manejado en forma ambulatoria, en atención primaria
-         El manejo se basa en prevenir la ulceración, mantener al paciente en grado 0 de Wagner, si la ulceración ocurre  se debe:
-         Lograr el control de los factores sépticos para iniciar la cicatrización del pie.
-         Controlar el mecanismo que la gatilla, cual es el trauma repetido sobre el aspecto plantar del pie.
-         Estudio podográfico y plantillas termomoldeables en fisiatría
-         Atención podológica adecuada y frecuente

c) MANEJO DEL PIE ISQUEMICO:

1.- SIN LESIONES (Wagner 0):

-         Pacientes con ITB> 0,65
-         Educación del paciente
-         Zapatos adecuados (uso de plantillas termomoldeables)
-         Suprimir el tabaco
-         Evaluar perfil lipidico (posible uso de estatinas)
-         Antiagregantes plaquetarios
-         Lubricar piel
-         SEGUIMIENTO TRIMESTRAL EN ATENCIÓN PRIMARIA


2.- CON LESIONES:

-         Protección del pie
-         Analgesia
-         Laboratorio vascular no invasivo (nivel secundario)
-         Estudio invasivo (nivel terciario)
-         REVASCULARIZACIÓN
-         AMPUTACIÓN
 



3.- PIE ISQUEMICO, OPCIONES DE MANEJO:

-         La impresión usual es que no hay nada que hacer (concepto de microangiopatía), que no vale el esfuerzo, que fracasan todos y que sólo se difiere la amputación.
-         La realidad  es que el 90% de los casos son revascularizables, con opciones de éxito superiores al 85% a un año y sobre el 50% a 5 años.



4.- ALTERNATIVAS QUIRÚRGICAS:

a.- Revascularicación:

-         Revascularización quirúrgica, puentes femoro-poplíteos con prótesis sobre rodilla, y puentes distales y ultradistales con safena invertida,  safena in-situ o puentes mixtos.
-         Revascularización percutánea, angioplastía o Stent, de malos resultados a largo plazo en territorio distal.

b.- Amputaciones

            - Menores:
Le permiten al paciente permanecer autovalente y solo requieren de modificaciones relativamente simples del calzado.
- Amputación digital: Necrosis circunscrita a región acra.
- Amputación transfalángica: Lesión localizada en falange media y distal.
- Amputación transmetatarsiana: Lesión de varios dedos y sus espacios interdigitales. En procesos que afectan el dorso del pie, en su tercio anterior, sin sobrepasar surco metatarso-falángico de la planta del pie.
- Amputación atípica: Lesiones circunscritas del pie. Se realiza al existir una infección o gangrena no controlada y tiene como objetivo salvar la función pivotante del pie y principalmente del primer ortejo.
La cirugía inicial debe ser agresiva con los tejidos no viables, intentando rescatar lo mas posible

- Mayores:
            Requieren de ortesis para lograr una rehabilitación adecuada, la amputación de muslo requiere 10 veces mas gasto energético para movilizarse que la infrarotuliana. Para elegir el nivel óptimo tiene que considerarse: El índice tobillo/brazo, la presencia o ausencia de pulsos poplíteos, las condiciones de la piel etc.
            - Amputación supramaleolar abierta de aseo (en guillotina), en pies diabéticos Wagner V.
            - La amputación de Syme y Pirogoff, no se practican en nuestro medio en pie diabético.
            - Amputación infracondilea: Recomendable por mantener la rodilla y usar menos energía para la marcha con prótesis, habitualmente la practicamos con un colgajo músculo-cutáneo posterior y esta indicada en fracasos de amputaciones  transmetatarsianas en pacientes no revascularizables.
            - Desarticulación de rodilla: Se puede usar como amputación de aseo, no la usamos como amputación definitiva.
            - Amputación supracondilea: Rápida de practicar y de buena evolución, aunque le significa al paciente un mayor gasto energético para usar la prótesis.             


EL HECHO QUE COMANDA LA CONDUCTA ES LA CALIDAD DE VIDA DEL PACIENTE.


d).- PIE NEUROISQUEMICO:

            - No difiere su manejo del pie isquémico.








   

VI        TRATAMIENTO SEGÚN CLASIFICACIÓN DE WAGNER.

Grados I y II:
            - Pacientes que pueden ser manejados en nivel primario y en forma ambulatoria, con curaciones avanzadas, uso de rapositos interactivos como Hidrogel o Hidrocoloides según corresponda, descomprimiendo las zonas de ulceración. Preocuparse de la educación del paciente, resección de callos, debridación de la hiperqueratosis, uso de antibióticos. Practicar estudios como: Hemograma, Rx. Del pie Cultivos (después de aseos).
Si en dos semanas no mejora derivar para evaluación a nivel terciario.

Grado III y IV:
            -Pacientes que deben ser tratados en nivel terciario, hospitalizados y en forma agresiva. Aseo quirúrgico, desbridamiento y amputaciones menores cuando corresponda, uso de antibióticos sistémicos. Se intenta retrotraer a nivel II y posteriormente seguir su manejo en nivel primario, si no tienen indicación de revascularización.

Grado V:

- Habitualmente se trata de una emergencia medico- quirúrgica, una “apendicitis del pie”, por lo que estos pacientes deben ser tratados en forma agresiva por equipo multidisciplinario en nivel terciario, corrigiendo los parámetros bioquímicos y practicando una amputación de aseo lo antes posible, asociando a esto tratamiento antibiótico sistémico.



VII      USO DE ANTIBIOTICOS
El pie diabético se caracteriza habitualmente por presentar una flora polimicrobiana, con Gram positivos, Gram negativos y anaerobios, por lo que los esquemas antibióticos tienen que ser de amplio espectro.

Paciente ambulatorio,  Wagner I y II:
.-Indicación: Ciprofloxacino + Metronidazol + Cloxacilina
.-Alternativa: Amoxicilina/Ac. Clavulánico +  Clindamicina
Esquema ideal: Cefuroximo + Clindamicina (antibióticos restringidos, no disponibles en atención primaria)

Paciente Hospitalizado, Wagner III, IV y V:
.- Indicación:  Ceftriaxona + Cloxacilina +  Metronidazol, tratamiento parenteral.
El cultivo en el pie diabético debe ser de tejido, no siendo útil el cultivo de superficie. De acuerdo al resultado del cultivo de tejido y el antibiograma se ajustará el esquema antibiótico de acuerdo a las cepas aisladas.


VIII     EVALUACIÓN:

Nivel primario:

            - Evaluar cada cuatro meses la población diabética asignada, considerando la mantención de esta población en grado 0 de Wagner, vale decir en pie diabético en riesgo. Evaluar el número de amputaciones menores y mayores de dicha población y los pacientes que fueron revascularizados oportunamente.

Nivel terciario:

            - Evaluar cada cuatro meses el número de amputaciones menores, mayores y las revascularizaciones practicadas oportunamente. Buscando disminuir al máximo las amputaciones mayores y menores y llegar oportunamente a la revascularización.



IX        BIBLIOGRAFIA.

         CHANG  C.  DRESSING THE PART,  EXCISION AND REPAIR.         
DERMATOL CLIN NA.  1998; 16
         CHOUCAIR M.  WHAT IS NEW IN CLINICAL RESEARCH IN WOUND  HEALING.  DERMATOL CLIN NA 1997;  15
         ROBSON MC.  SECUENTIAL CYTOKINE THERAPY FOR PRESSURE ULCERS.  ANN SURG 2000;  231; 4
         TRIQUET B.  TOPICAL HAEMOTHERAPY.  DERMATOL 1994; 189: 418-20
         HAUDENSCHILD C.  DELIVERY OF FGF FAMILY PEPTIDES FOR NEOVASCULARIZATION.  J VASC SURG 2000; 31 (5)
         DUCKERS H.  PROSPECTS FOR GENETIC THERAPY OF CARDIOVASCULAR DISEASE.  MED CLIN NA 2000; 84 (1)
         TEMPLE M.   PHARMACOTHERAPY OF LOWER LIMB DIABETIC ULCERS  
J AM GERIATRICS SOC 2000; 48 (7)
         AKBARI  C.  DIABETES AND PERIPHERAL VASCULAR DISEASE. 
J VASC SURG 1999;  30: 373 – 84
         MARINEL.LO ROURA, J Y COLS. TRATADO DE PIE DIABÉTICO. EDITORIAL PENSA, BARCELONA JUNIO DE 1999. ESPAÑA